Esta es la diferencia entre el cerebro de un mentiroso y una persona que dice la verdad

¿Qué sucede en el cerebro cuando alguien miente? La respuesta a esta interrogante es un tema complejo debido a la diversidad de factores que intervienen en el acto de mentir. La actividad cerebral puede variar considerablemente dependiendo del tipo de mentira en cuestión, la habilidad y experiencia del individuo que miente, así como la complejidad misma de la falsedad expresada.

Los estudios realizados en este campo han revelado que las diferencias en la actividad cerebral entre un mentiroso y una persona que dice la verdad pueden ser discernibles.

Estas diferencias pueden encontrarse en la forma en que ciertas regiones del cerebro se activan o desactivan durante el proceso de mentir. Por ejemplo, la corteza prefrontal, una región asociada con el control cognitivo y la toma de decisiones, puede mostrar una actividad diferente en un individuo que miente en comparación con alguien que está siendo honesto.

Veamos en mayor profundidad cuáles son estas diferencias sustanciales entre un mentiroso y alguien que dice la verdad.

1. Activación de áreas relacionadas con el engaño

Estudios de imágenes cerebrales han demostrado que las personas que mienten activan áreas del cerebro relacionadas con el engaño, la planificación y la toma de decisiones. Estas áreas incluyen la corteza prefrontal dorsolateral, el cíngulo anterior y la amígdala.

2. Menor activación en áreas relacionadas con la memoria

En contraste, las personas que mienten suelen tener una menor activación en áreas del cerebro relacionadas con la memoria, como el hipocampo. Esto podría indicar que la memoria juega un papel menos importante en la mentira que el engaño y la planificación.

3. Diferencias en la respuesta emocional

Las personas que mienten también pueden mostrar diferentes respuestas emocionales que las que dicen la verdad. Por ejemplo, pueden tener un aumento en la frecuencia cardíaca o la sudoración, o pueden mostrar expresiones faciales que no coinciden con sus palabras.

4. Influencia de la habilidad del mentiroso

Es importante destacar que la habilidad del mentiroso puede influir en la actividad cerebral. Los mentirosos experimentados pueden ser más hábiles para controlar su actividad cerebral y evitar que se detecten las señales de engaño.

5. Limitaciones de la investigación

Es importante señalar que la investigación sobre las diferencias entre el cerebro de un mentiroso y una persona «normal» aún está en curso. Se necesitan más estudios para confirmar estos hallazgos y comprender mejor los mecanismos neuronales que subyacen a la mentira.

Evidencias:

  • Estudio: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3181932/ publicado en la revista «NeuroImage» encontró que las personas que mienten activan la corteza prefrontal dorsolateral, el cíngulo anterior y la amígdala.
  • Investigación: [se quitó una URL no válida] publicada en la revista «Biological Psychiatry» encontró que las personas que mienten tienen una menor activación en el hipocampo.
  • Estudio: [se quitó una URL no válida] publicado en la revista «American Psychologist» encontró que las personas que mienten pueden mostrar diferentes respuestas emocionales que las que dicen la verdad.

Conclusión

Si bien la investigación sobre las diferencias entre el cerebro de un mentiroso y una persona «normal» aún está en curso, los estudios realizados hasta el momento sugieren que existen algunas diferencias en la actividad cerebral de estas dos personas. Estas diferencias podrían ayudar a comprender mejor los mecanismos neuronales que subyacen a la mentira.

Es importante tener en cuenta que la mentira es un fenómeno complejo y que no existe una forma segura de detectar a un mentiroso solo por su actividad cerebral. Se necesitan más investigaciones para comprender mejor este tema.