El papel del padre en la infancia ha cambiado con la industrialización. Incluso la autoimagen de la paternidad ha sufrido un cambio también.
Antes de la industrialización, los padres eran pilares indispensables que mantenían a su familia, eran protectores, educadores y tutores, y estaban presentes como cuidadores importantes en la vida cotidiana de sus hijos. Sin embargo, en el curso de la industrialización, los padres se convirtieron en profesionales y, de ahí en adelante, han tenido menos tiempo para estar con sus hijos.
La autoimagen de los padres
En las últimas décadas, la autoimagen de los padres ha cambiado. Los hombres ven principalmente su paternidad como un rol educativo, antes de verse a sí mismos como alguien que debe mantener a la familia.
Un papá es un cuidador para su bebé
Naturalmente, no solo las madres sino también los padres están en condiciones de cuidar de manera competente a un bebé recién nacido, atenderlo bien y promover un desarrollo positivo. Además, aparte de la relación padre-hijo, se crea una relación madre-padre-hijo y, por lo tanto, el padre puede realizar una valiosa contribución al desarrollo de la autonomía del niño.
Los padres tratan a los niños de manera diferente
Los padres tienden a ser más estrictos con sus hijos de lo que son las madres, y el juego entre ellos es más tosco y libre. Con sus hijas se comportan con más suavidad y cautela y son más solidarios con ellas. Cuando juegan con sus hijos, los hombres vuelven a ser niños e interactúan con el pequeño como si estuvieran a su misma altura.
Además, muchas veces hablan más con los niños de lo que lo hace la madre, para que así puedan ampliar su vocabulario. Los padres a veces son más desafiantes y exponen a sus hijos al mundo y a diversos peligros, lo cual promueve su autosuficiencia. También, durante la pubertad, los padres pueden lograr canalizar mejor el comportamiento típico de los jóvenes de una manera adecuada.
Padres e hijos
Los padres son muy importantes para el desarrollo psicosexual de un niño varón porque actúan como un modelo masculino y un objeto de identificación. Los niños necesitan la presencia de un hombre para poder comparar la imagen del hombre y la masculinidad con las conductas y características cotidianas. Los padres deben estar presentes para sus hijos, y protegerlos sin ocultar sus debilidades. Así ayudarán a sus hijos a desarrollar su identidad.
A los niños de todas las edades les encanta jugar con su padre y divertirse con luchas y juegos. Este tipo de juegos le dan al niño una idea temprana de justicia y cuáles son las limitaciones. Por ejemplo, cuando el padre dice «detente» e interrumpe el juego, cuando recibe un puñetazo en la nariz, el niño aprende que debe mantener los límites y luego intenta señalar sus propios límites. Aprende de esta manera muy temprano, directamente en el juego y sin depender de la comprensión lingüística.
Padres e hijas
La relación entre padre e hija se caracteriza por las diferencias, porque para las hijas los padres son los primeros representantes adultos del sexo opuesto. Esto afecta sus ideas de la masculinidad y de las relaciones de pareja. Los padres tratan a las niñas con más delicadeza y, por lo tanto, promueven su comportamiento femenino. Por otro lado, los padres también pueden contribuir al desarrollo de sus hijas con estilos de vida menos frecuentes en las mujeres. En el caso de las mujeres exitosas, se ha demostrado que el papel de su padre fue un respaldo sostenible para el desarrollo de su personalidad.
Diferencias respecto a la madre
Para el recién nacido, el papel que juega el padre es muy importante, incluso en esta etapa temprana se pueden apreciar grandes efectos. Cuando la madre se acerca al bebé y se da cuenta de su cercanía, el olor y su voz, su pulso se ralentiza y las habilidades motoras se calman. En cambio, cuando el padre se acerca al bebé, su pulso y habilidades motoras se aceleran y levanta los hombros como si quisiera saltar. Esto podría significar que la madre en esta etapa temprana de la vida desencadena seguridad en el niño, mientras que el padre crea otros estímulos y curiosidad.
Ambos impulsos son esenciales para el desarrollo de un ser humano. Incluso los adultos necesitan períodos de descanso y fases de actividad.
Efectos posteriores del papel del padre en la infancia de sus hijos
Los científicos descubrieron que los niños que tuvieron una relación estable y sana con su padre durante su infancia tienen beneficios más adelante en la vida:
- Mayor resistencia al estrés y la tensión durante la escuela.
- Mayor desarrollo cognitivo en niños y mayores capacidades intelectuales en niñas.
- Mayor tolerancia y comprensión para los disidentes en la edad adulta.
- Mayor probabilidad de tener relaciones de pareja a largo plazo.
- Los recursos sociales tienen más probabilidades de ser utilizados.
- Altas habilidades de equipo en la escuela y en la vida profesional.
Un padre presente, comprometido y amoroso, que coopera bien con la madre, es fundamental para el desarrollo de la personalidad de un niño. Un padre da forma a su hijo desde el principio cuando está siempre a su lado como una persona de confianza.
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