El estrés puede ser la causa de tu pérdida de memoria

El estrés es una de las grandes dolencias de nuestro tiempo. Si bien existen muchas estrategias que te pueden ayudar a reducirlo, también puedes encontrarte con que el estrés causa pérdida de memoria si se experimenta en grandes cantidades.

Cuando el estrés provoca pérdida de memoria, puede haber dos tipos: aguda y crónica. ¿Por qué ocurre esto? Porque el estrés tiene un gran impacto en la memoria. Esto afecta tanto a la creación de nuevos recuerdos como a su retención.

El estrés puede ser tanto bueno como malo

Por otro lado, el estrés bien gestionado tiene su lado bueno. Esto es en realidad lo que dice la ley de Yerkes-Dodson. Esta ley explica que el estrés a un nivel controlado puede mejorar la memoria y el rendimiento intelectual.

Esto es lo que en psicología llamamos «la U invertida». Si respondemos a las demandas ambientales con un estrés moderado, nuestro rendimiento mejora y la pérdida de memoria se reduce.

Los efectos del estrés sobre la memoria son diferentes y dependen de si el estrés es agudo o crónico. Pero ¿qué pasa con el estrés agudo y crónico que mencionamos? ¿Son estas afirmaciones positivas realmente tan positivas?

Todo depende de la situación y del tipo de estrés al que nos enfrentemos. En este artículo veremos cómo podemos poner todo esto en un rompecabezas para comprenderlo mejor.

El estrés agudo provoca pérdida de memoria en algunos casos

¿Qué entendemos por estrés agudo? Es el estrés que es temporal e intenso. Tiene una duración limitada. Y no durará más de lo necesario.

Por ejemplo, digamos que estamos en el trabajo y surge un proyecto estresante que no puede esperar. Podemos estresarnos por la cantidad de trabajo que tenemos. Pero cuando terminemos con eso, el estrés desaparecerá.

Una de las características de este tipo de estrés es la «visión de túnel». Es decir, nuestra atención se centra en determinados estímulos que aumentan nuestro malestar. No podemos ver la situación con perspectiva, por lo que el foco se convierte en estrés. Sin embargo, este tipo de “visión” es temporal.

La “visión de túnel” no es tan negativa como puede parecer, ya que nos ayuda a consolidar los recuerdos. De hecho, según la ley de Yerkes-Dodson, este tipo de estrés puede mejorar la creación de nuevos recuerdos, siempre que el estrés no sea demasiado alto.

Los estudiantes, por ejemplo, son buenos para explotar este efecto cuando estudian antes de un examen y de alguna manera retienen la información.

El estrés agudo o temporal solo afecta a los recuerdos que ya existen, ya que no tiene efecto en la creación de nuevos recuerdos.

Pero cuando estos momentos de alto estrés se vuelven muy frecuentes o muy intensos, deja de beneficiar tu memoria y comienza a perjudicarla. Sobre todo en la formación de nuevos recuerdos y en la consolidación de los antiguos.

Estrés crónico, el tipo de estrés más dañino

El estrés crónico provoca cambios significativos en la memoria e incluso puede provocar daños «crónicos» en el cerebro. En el caso que discutimos antes, el estrés podría considerarse un evento de una sola vez.

Pero ¿y si esta condición continuara? Por ejemplo, si el estrés laboral nos impide dormir bien, si no nos sentimos cómodos en casa o en una fiesta… Entonces podemos tener estrés crónico.

Cuando sufrimos un estrés agudo, sentimos un estado de ansiedad muy fuerte que desaparece. Es decir, después del estrés vuelve la calma; más o menos, pero nos relajamos. Esto no sucede con el estrés crónico.

En este caso, nos aparecen dolores de cabeza y otros síntomas que pueden afectar a nuestro organismo. El nivel de estrés no es tan intenso, pero el mayor inconveniente es que no puedes relajarte.

Este tipo de estrés puede tener consecuencias muy significativas. Puede conducir a la depresión, el aislamiento social, la incapacidad para divertirse. El trabajo, si hablamos de estrés laboral crónico, se convierte en una tortura.

Desarrollamos una sensación de no poder crecer en ese entorno. Nos sentimos estancados y al mismo tiempo sufrimos una pérdida de memoria muy severa.

El manejo del estrés es esencial para la salud

Advertencioa accidente cerebrovascular

Aunque el estrés agudo puede ser positivo a veces, al darnos energía, mejorar nuestro rendimiento y eficiencia, es importante recordar que el estrés agudo provoca pérdida de memoria en algunos casos.

Asimismo, es importante saber distinguir entre estrés agudo y crónico. Porque esto último necesita toda nuestra atención. Sus efectos son mucho más difíciles de ver a corto plazo. Pero se hacen evidentes a largo plazo.

Si esto continúa, puede conducir no solo a una depresión y molestias constantes, sino también posiblemente a una demencia más adelante. En este caso, la pérdida de memoria provocada por el estrés es mucho más grave y notoria.

Por lo tanto, tratemos de minimizar nuestro estrés diario. Tratemos de moderarlo mientras trabajamos para adquirir herramientas para mantenerlo alejado.

Es cierto que las situaciones estresantes son parte de la vida. Pero también es cierto que podemos relajarnos o ayudar a prevenir algunos de estos estresores “naturales”.