Cómo saber si padeces complejo de inferioridad

Mujer con complejo de inferioridad

La inferioridad es un sentimiento común a cada individuo. A todos les puede suceder que se sientan inferiores en comparación con otra persona: un hermano, un amigo, un compañero de trabajo. Si bien para la mayoría de las personas es una sensación circunscrita relacionada con una situación específica, transitoria y superable, hay algunas personas que experimentan constantemente la sensación de no ser lo suficientemente buenas o no alcanzar los cánones de belleza o inteligencia que se autoimpone; esto se denomina complejo de inferioridad.

El complejo de inferioridad es una condición psicológica que encuentra sus raíces en la infancia y que se manifiesta ya en la edad adulta, y muchas veces está oculto detrás de comportamientos más bien extrovertido. Los que sufren de este complejo son personas hipersensibles que se disminuyen continuamente.

Si bien a la mayoría de los individuos se les ha enseñado a reconocer, aceptar y superar sus limitaciones, algunos han crecido con padres autoritarios que les han reprochado sistemáticamente las limitaciones y los errores, también el acoso escolar puede ser un detonante.

Estas presiones pueden haber involucrado apariencia física, habilidades, logros educativos o deportivos, inteligencia, comportamiento social. Es en aquellos adultos que han sido criticados de niños que se pueden ver los síntomas del complejo de inferioridad.

Signos del complejo de inferioridad

Hay algunas señales que pueden servirnos para identificar el complejo de inferioridad tanto en nosotros mismo como en alguien que conozcamos.

Estos son adultos que en su mayoría son socialmente retraídos, tímidos, a quienes les resulta difícil hablar abiertamente de sí mismos por el temor al juicio de los demás. Se consideran poco atractivos, poco interesantes, torpes, incapaces de mantener una conversación íntima por temor a ser rechazados, aislados o ridiculizados.

Ven a los demás como alguien superior

Perciben a los demás como personas capaces de entrelazar relaciones amistosas y afectivas, atractivas y seguras de sí mismas, competentes y decididas a conseguir sus propias metas de vida.

Las personas que sufren del complejo de inferioridad se comparan constantemente con los demás. Miran lo que las personas a su alrededor hacen con sus vidas y las comparan con las suyas, pero siempre con un sentimiento de inferioridad.

Quieren demostrar a los demás que son mejores

Hay personas en las que el complejo de inferioridad se manifiesta paradójicamente con la necesidad constante de demostrar que son mejores que los demás. Mirarse mejor que a los demás representa una forma de venganza con respecto a los mensajes degradantes recibidos durante la infancia y, por lo tanto, una forma de desarrollar la autoestima.

Cuando fallan, tienden a disminuir los esfuerzos de los demás para que puedan sentirse mejor con ellos mismos. En estos casos, en lugar de ser socialmente retirados, pueden ser tan contundentes y sin medida que hasta pasan por personas groseras.

Culpan a los demás

Cualquier falla personal se atribuye directamente a factores externos como la mala suerte. No aceptan que el error pueda ser el fruto de su responsabilidad; esto sería intolerable y confirmaría la idea de no tener ningún valor. Prefieren imaginar que todo el universo es el único responsable de su miseria y sus fallas.

No participan de eventos ni competencias

Se niegan a participar en cualquier tipo de competencia, donde sus habilidades serían comparadas con las de otros. Por temor a incurrir en la derrota y una mayor autonegación, que sería emocionalmente inmanejable, prefieren evitar confrontar sus habilidades con las de otros. Esto se debe a que son extremadamente sensibles a las críticas tanto como a los cumplidos.

Dudan y rechazan tanto los cumplidos genuinos y libres cuando son cuidadosos de recibir críticas después de lo cual ponen en práctica actitudes defensivas. No responden muy bien al humor ni a los chistes ligeros porque imaginan que las burlas pueden ocultarse detrás de tales expresiones.

No aceptan las críticas

Si bien están muy atentos a las situaciones sociales, temen las críticas y rechazan los cumplidos, por otro lado también buscan atención mediante el uso de tácticas como demostrar que están enfermos, deprimidos, infelices y furiosos. Estas son formas en las que buscan despertar interés y cuidado por parte de los demás.

Prefieren estar aislados

Debido a que este tipo de persona sufre de complejo de inferioridad, no cree que sea tan inteligente como los demás a su alrededor. Además, creen que las personas a su alrededor sienten lo mismo que ellos respecto a su capacidad intelectual o física. En cambio, evitan interactuar con otros, hablar en público y hacer cualquier cosa que eventualmente los avergüence.

Son muy sensibles

Por supuesto que todos somos sensibles en algún punto, esto depende de la persona. Sin embargo, alguien con complejo de inferioridad sufre de una sensibilidad excepcional. No pueden aceptar las críticas o los elogios, por lo general se ponen a la defensiva si les cuentas algo sobre ellos. Además, no tienen buen humor, especialmente cuando se trata de ellos o se menciona algo que les evoca su falta de seguridad.

¿Cómo se puede superar el complejo de inferioridad?

Superar el complejo de inferioridad, una condición psicológica profundamente arraigada, no es una tarea fácil. Las raíces de este problema se encuentran en el pasado, en un evento o en una serie de eventos y situaciones que han dejado una profunda cicatriz en la psique de quienes la padecen.

La confrontación con uno mismo es más importante que la comparación con otros. Es necesario alentarlos a identificar y desarrollar sus propias cualidades para que puedan comenzar y reconocer que tienen valor como personas y no temer a los juicios y las comparaciones.

Superar un complejo de inferioridad tiene mucho que ver con aceptarse como individuos y con las peculiaridades y los recursos internos de cada uno. Implica la aceptación de uno mismo como persona única y especial.