Cómo saber si mi hijo sufre al separarse de mi

Un niño que sufre de ansiedad por separarse de su mamá

¿Mi hijo sufre de ansiedad por separarse de mí? Esta es una pregunta muy recurrente de los padres, un temor frecuente a que el niño se pueda sentir ansioso, retraído y con miedo al haber sido separado de sus padres ya sea por asistir a la escuela, algún evento o simplemente un cumpleaños.

Casi todos los niños se sienten frustrados durante los dos primeros años de vida. Sin embargo, los niños con ansiedad por ser separados de sus padres muestran este tipo de comportamiento incluso en edad preescolar o escolar, y en un grado extremo. Cuando se separan de los padres, entran en pánico. Este es un trastorno que debe ser tratado a tiempo.

¿Mi hijo tiene miedo a separarse de mí?

Los temores son la primera parte del crecimiento, incluido el temor de estar solo. A los ocho o nueve meses, la mayoría de los niños comienzan a sentirse incómodos una vez que se separan de su madre. De repente, se vuelven extremadamente cariñosos, reaccionan ansiosamente a la aproximación de las personas desconocidas: los pequeños se están alejando.

A esta edad, los niños se enfrentan a la tarea de desarrollo de tratar de separarse de sus padres. Los niños por primera vez pueden alejarse más de su madre y su padre. Si los niños aprenden a soportar la separación espacial, se fortalecen internamente y aprenden lo que pueden hacer por sí mismos. Por lo general la sensación de miedo cesa al final del segundo año de vida.

Pero en alrededor de dos a tres por ciento de los niños de 4 a 13 años de edad, el miedo antes de la separación de mamá y papá todavía está presente. Algunos padres, de manera natural, evitan que el niño se sienta desprotegido, por lo que enfatizan aún más su temor, protegiéndolos en vez de soltarlos.

Los niños también muestran este temor a irse a la cama sin sus cuidadores en la noche, permanecer solos en el jardín de infantes, en la escuela o en casa. Si una separación es inminente, estos niños son visiblemente infelices, se comportan dando gritos y rabietas, incluso se enferman, con quejas comunes como dolores de cabeza y abdominales, incluso vómitos.

Si el miedo impide el desarrollo normal del niño, porque, por ejemplo, no puede tener experiencias sociales importantes, entonces un profesional debe trabajar en ello. En este caso, existe una ansiedad por separación patológica, y se debe visitar a un psicoterapeuta infantil y adolescente.

¿Cuáles son las causas de la ansiedad por separación?

No hay un disparador muy claro en esta situación. El trastorno siempre se basa en interacciones complejas entre el temperamento del niño y su entorno. Los niños sensibles, tímidos y retraídos tienen un mayor riesgo de desarrollar ansiedad extrema.

A menudo, estos niños han sido sobreprotegidos mucho en su primera infancia. Los padres sobreprotectores, a su vez, ayudan a sus niños (ansiosos) a evitar situaciones espantosas, evitando así que el niño sufra la soledad. Incluso las experiencias traumáticas de pérdida o rechazo en la primera infancia pueden contribuir al desarrollo de la ansiedad por separación.

¿Qué puede hacer una terapia?

Los métodos de terapia cognitiva conductual han demostrado ser efectivos. En las primeras charlas, los psicoterapeutas de niños y adolescentes, en primer lugar, aclaran el trastorno y sus orígenes a los niños y padres.

Luego el niño estará acostumbrado gradualmente a una separación y por su propia cuenta practicará estar solo. Hasta ahora, evitar situaciones ha mantenido vivos los temores de los niños. A través de los ejercicios en la práctica de la psicoterapia, pero también en la vida cotidiana, los pequeños aprenden ahora que son fuertes y pueden mantenerse en un lugar sin la madre y el padre o quedarse dormidos solos.

¿Cómo repercute en edad adulta esta ansiedad por separación?

La ansiedad por separación infantil se asocia con el desarrollo de enfermedades mentales en la edad adulta, especialmente con la aparición de un trastorno de ansiedad en el que las personas sufren ataques de pánico.

Un grupo de estudio dirigido por Silvia Schneider, profesora de Psicología Clínica del Niño y el Adolescente en la Universidad Ruhr de Bochum, ha demostrado en un análisis de varios estudios que los niños con ansiedad por separación no tratada son tres veces más propensos a desarrollar un trastorno de pánico u otro trastorno de ansiedad en la edad adulta.

Tres cuartas partes de los trastornos de ansiedad comienzan en la infancia y la adolescencia. Por lo tanto, es importante reconocer los problemas mentales de los más pequeños lo antes posible. Porque a través de una terapia en la infancia el riesgo de enfermedad mental en la edad adulta se reducirá.