Cómo mantenernos mentalmente fuertes durante una crisis

Persona deprimida durante una crisis

La crisis se define como una serie de acontecimientos que generan una situación apenas reversible y que cambian el entorno de una persona. También es considerada como un obstáculo que se encuentran las personas en la ejecución de actividades con metas importantes, las cuales no pueden ser superadas con herramientas y estrategias habituales.

Cabe destacar que toda crisis en realidad es un potencial de efectos benéficos para la persona, los cuales se hablarán luego. [1-2]

Elementos que participan en la crisis

Cuando se genera una crisis existen diversos elementos que la componen, te mencionamos los siguientes:

  1. Evento peligroso: Acontecimiento estresante que puede tener un origen externo o interno; le ocurre a la persona cuando ésta se encuentra en posible estabilidad en su vida y genera reacciones en cadena. Estos eventos pueden ser inesperados o también predecibles.
  2. Estado vulnerable: Reacción de la persona ante el evento peligroso, durante su suceso y posterior a él.
  3. Factor precipitante: Es el más importante de todos, pues éste es el que comienza la crisis. Puede llegar a ser desde un incidente sin importancia hasta un evento causante de tensión.
  4. Estado de crisis activo: Estado de desequilibrio que mantiene la persona cuando los mecanismos homeostáticos se han roto. Este estado se mantiene durante 4 a 6 semanas con una serie de remolinos psicológicos y físicos, que incluyen trastornos en las funciones psicológicas. Gradualmente mientras el estado de crisis activo se va disipando, la persona se «acostumbra» a la situación incómoda. [3]

Fases de la crisis

  • Fase I: Llamada evento precipitante; sucede cuando ocurre un evento amenazante, que suele provocar estrés en la persona, manifestando shock o negación ante el mismo.
  • Fase II: Definida como una respuesta desorganizada; durante ella se evidencian comportamientos desordenado que abarcan desde aflicción hasta angustia. Puede ser percibida como un intento de restablecer el significado de existencia de la persona.
  • Fase III: Explosión; se expresa con la pérdida de control emocional, psicológicas y de comportamientos. Generalmente se presenta conductas inapropiadas y destructivas en las personas.
  • Fase IV: Estabilización; al cabo de semanas la persona comienza a aceptar la situación traumática aunque suelen encontrarse evidencia científica donde la rememorización de los eventos causales, generan reacciones en el individuo nuevamente aunque no tan extremas.
  • Fase V: Adaptación; la persona llega a un estado de calma y conciliación con el evento y su realidad. Suele tomarse el control de la situación y su proyección hacia el futuro. [3]

Reacciones del individuo durante la crisis

Se encuentran diferentes reacciones que puede expresar o experimentar una persona durante una etapa de crisis, entre ellas se destacan las siguientes:

Reacciones cognitivas

Confusión y desorientación, dificultad para la toma de decisiones, insomnio, suele cuestionar creencias religiosas, preocupación por detalles sin importancia, pensamientos irracionales, problemas de concentración, pasividad, aislamiento, evita a las personas o también afrontar los problemas, culpa, impulsividad, generación de conflictos familiares por la intolerancia a ciertas personas y suele depender de otros.

Reacciones físicas

Cansancio, hiperventilación, ansiedad, aceleración del ritmo cardíaco, falta o cambio de apetito, hipersensibilidad a los estímulos, encogimiento de garganta, además suele afectarse las condiciones crónicas del paciente (si ya padece de alguna enfermedad sistémica esta puede agravarse).

Reacciones emocionales

Tristeza, desesperanza, irritabilidad, enojo, resentimiento, cambios de humor, desespero, miedo, sensibilidad emocional, depresión, baja autoestima, distanciamiento emocional. [3]

Los diferentes tipos de crisis

Aunque psicológicamente la crisis presenta una gran gama de tipos según el momento de aparición o la etiología, (crisis infantiles, circunstanciales, de desarrollo, del adolescente, convencionales, inesperadas, intratables, fundamentales, etc.), nos enfocaremos principalmente  en dos de ellas:

  1. Por choque: Se define como un cambio repentino en el ámbito social, que provoca una explosión de emociones que incapacita los mecanismos para su enfrentamiento adecuadamente. Al no existir un aviso previo el individuo cae en un estado de choque emocional.
  2. Por agotamiento: El individuo pudo haber manejado efectivamente la situación, pero llegará a un punto de agotamiento emocional, en el cual tiene la incapacidad de enfrentamiento con la situación. [3-4]

Cómo afrontar la crisis

El manejo de la crisis se considera como un proceso específico cuyo objetivo primordial es lograr la modificación de la relación de fuerzas que generan inevitablemente la crisis, incrementando la probabilidad de aumentar lo positivo de la persona.

Entre los objetivos de la intervención durante la crisis se presentan los siguientes:

  • Alivio de los síntomas.
  • Restaurar el funcionamiento cognitivo y afectivo.
  • Comprensión de los eventos relevantes.
  • Es recomendable identificar los recursos que se pueden utilizar como herramientas de superación. [4]

Siempre se debe aceptar la vulnerabilidad individual, pues  darle la cara al sufrimiento es una clave fundamental en la superación de los problemas y los miedos, ya que los pensamientos son los encargados de darle el toque terrorífico a lo que está pasando o lo que está por suceder aunque casi siempre no sea tan grave. [3,5]

Recomendaciones ante sucesos inesperados

Para poder mantenernos fuertes ante una crisis lo importante es enfocarse siempre en la resolución posible del problema, no en sus imaginarias consecuencias.

  • Valora las áreas en que te afecta (conductual, emocional, somática e interpersonal).
  • Identifica la pérdida relacionando cuál es la pérdida y su significado.
  • Rodéate y motívate con personas que tengas a tu al rededor.
  • Sujétate al deseo de vivir, de lograr tus objetivos e intenta crear un deseo en tu vida.
  • No te apresures, cada etapa tiene su tiempo.
Bibliografía:
  1. González J. L. (2001). Psicoterapia de la crisis. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría. 79: 1297-1315. Recuperado de: http://scielo.isciii.es/pdf/neuropsiq/n79/n79a04.pdf
  2. Hombrados M. I. (Sin fecha). Estrés, afrontamiento y adaptación. Páginas: 9-38. Recuperado de: https://www.uma.es/Psicologia/docs/eudemon/analisis/estres_afrontamiento_y_adaptacion.pdf
  3. Hernández I., Gutiérrez L. (2014). Manual básico de primeros auxilios psicologicos. Unidad Interna de Protección Civil de la Universidad de Guadalajara, México. Páginas: 1-47. Recuperado de: http://www.cucs.udg.mx/sites/default/files/adjuntos/manual_primeros_auxilios_psicologicos_2017.pdf
  4. Bautista O. (2012). La superación de la crisis de valores y violencia en la sociedad contemporánea. Espacios Públicos, 96-108. Recuperado de: https://eprints.ucm.es/16344/1/art-esp-pub-crisis_y_violencia-abril2012.pdf
  5. Dirinó L. (2015). Adolescencia, tiempo de crisis y de transiciones. Revista Ciencias de la Educación, 26 (47): 258-270. Recuperado de: http://servicio.bc.uc.edu.ve/educacion/revista/47/art16.pdf

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