Comer, rezar, amar | Mirando al mundo con el corazón

Película comer, rezar amar

La versión cinematográfica de Comer, rezar, amar, puede llevar a las personas a analizar su punto interno. Veamos de qué se trata

Encontrar la felicidad interna puede ser una de las metas más importantes para los individuos. Lograr ese equilibrio, tanto físico como psíquico que complemente el ser. De eso se trata Comer, rezar y amar. Es un film protagonizado por Julia Robert, Javier Bardem, entre otros grandes actores.

La historia nace de la necesidad de la protagonista por lograr conectarse con la felicidad. Pese a tener una carrera exitosa, un matrimonio estable y un hogar, se sentía vacía. Es por ello, que decide emprender ese viaje que la llevara a conocer diferentes personas y lugares. Entre ellos, Italia, la India y Baldí. El libro es original de Elizabeth Gilbert y se trata de una autobiografía.

El contexto de comer, rezar, amar

La protagonista, decide divorciarse por un desengaño amoroso que le causó una fuerte depresión, se aleja de todo ese entorno tóxico y se va a Roma para respirar y ver nuevas escenas. Se enfoca en disfrutar de la comida, la belleza del lugar y a aprender las expresiones emblemáticas de la zona.

Se fascina con todo lo que ve y de Giovanni, que es un joven menor que ella, pero que la acompaña en esa breve estadía. Hace de la pizza su remedio para el alma, pero al poco tiempo se va a la India. En este espiritual refugio, encontró un espacio para orar y buscar el lado espiritual que le faltaba.

Al principio era muy difícil para ella, meditar y guardar silencio, parecían tareas solo para los que ya contaban con años de experiencia en ello. Conoce a varias personas que comparten sus hábitos y le enseñan lo hermoso del lugar. Es testigo de fiestas y encuentros únicos, haciendo que su perspectiva de vida cambie completamente.

Posteriormente, viaja a Bali donde conoce a Felipe, un ser amoroso y que también sufrió una ruptura afectuosa y buscaba sanarse. Ella reconoce que él es su complemento y pasan episodios de mucha alegría juntos. Sin ella pedirlo, se había enamorado de un ser apacible, reflejando lo que había aprendido.

Es una película imperdible

Siendo el resultado de una puesta en la pantalla de la novela y autobiografía de Elizabeth Gilbert no puede pasar desapercibido. Es una película de autoayuda que presiona a las personas a reflexionar acerca de la vida que llevan hasta ahora.

También, es un ejemplo de las variedades que ofrece el amor y que debemos ser capaces de distinguir cual versión es la que queremos vivir. La felicidad de una persona no depende de lo que quieran los demás, sino de lo que el corazón, espíritu y mente anhelan.

Comer, rezar y amar y el motor mental

Lo que hace que la protagonista se lance a un viaje de autoconocimiento es su mente. Ella se analiza y busca equilibrar su psiquis para reencontrarse. La sociedad lleva a las personas a correr y a pasar de largo los valores emocionales que nos definen como seres pensantes.

Tener la libertad de priorizar lo verdaderamente importante, puede costar un poco de tiempo. Se deben enfocar los pensamientos, tal como lo hizo el personaje interpretado por Julia Roberts. Muchas veces la respuesta a nuestros problemas, está en las acciones insignificantes que no se ven con detenimiento.

Abrazar, dar un beso, compartir un café o una rica comida, pueden hacer la diferencia en el equilibrio mental. Son pequeños detalles que parecen efímeros, pero que realmente calan en la psiquis de los seres humanos.

Lecciones de vida que aporta este film

En el andar de su viaje, la protagonista reflexiona y reconoce algunas acciones que debemos hacer las personas para equilibrar el ser. Una de ellas es elegir los pensamientos que se quieren tener en la mente. La negatividad, el enojo y la ira pueden ser contraproducentes.

Por el contrario, los pensamientos positivos, enfocados en lo bueno que ofrece una acción pueden hacer que se vea un panorama más alentador. Asimismo, dar una sonrisa, puede ayudar a abrir muchas puertas. De hecho, el espíritu se refleja a través de los corazones de las personas.

No subestimar las capacidades y no dejar que nadie se atreva a querernos menos de lo que nosotros mismos podemos hacerlo, puede cambiar el rumbo de la vida de cualquiera. Es importante mantener una autoestima alta, sin caer en el egocentrismo, para ofrecer la mejor versión de sí.

Hay una frase muy poderosa en esta película, que se refiere a que no es correcto derrumbarse ante las adversidades, porque puede hacerse costumbre. Es decir, que, si se practica hacer un caos de los problemas, las soluciones no estarán prestas. Pero si, por el contrario, se toma la lección y se busca el aprendizaje, se puede manejar de manera óptima el acontecimiento.

Finalmente, esta película es ideal para quienes quieren tener un impulso para cambiar su vida, analizar su entorno y determinar qué es lo que realmente quieren es su historia. Es importante destacar que el equilibrio mental es la clave para que todos los aspectos internos de las personas funciones en armonía.