8 nutrientes para mejorar el funcionamiento del cerebro

Nutrientes que te ayudarán a mejorar el rendimiento cerebral

Desde hace muchos años, la dieta mediterránea se ha promovido como un estilo de alimentación asociado con una mejor salud física y mental. A la luz de esa información, los investigadores de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign examinaron detenidamente 32 sustancias nutricionales importantes asociadas con una dieta mediterránea para ver cuáles podrían estar específicamente relacionadas con un rendimiento cognitivo más saludable en adultos mayores. Sus hallazgos, publicados en línea en diciembre de 2018 y que serán publicados en la edición de marzo de 2019 en la revista NeuroImage, redujeron los beneficios a ocho nutrientes clave.

Nutrientes que pueden mejorar la función cerebral

En lugar de basarse en cuestionarios de alimentos estándar que requieren que los participantes del estudio recuerden qué y cuánto comieron durante períodos específicos de tiempo, o pruebas cognitivas tradicionales, los investigadores utilizaron análisis de sangre para examinar el estado real de nutrientes de los participantes y las IRM (imágenes de resonancia magnética) para medir la eficiencia de sus redes cerebrales. Estos métodos directos de recopilación de información dieron a los investigadores evidencia más clara y precisa de cualquier asociación entre la dieta y un mejor funcionamiento cerebral.

Los investigadores redujeron las 32 sustancias nutricionales proporcionadas por una dieta mediterránea tradicional a varias que parecen desempeñar un papel clave en prevenir el envejecimiento cerebral prematuro, mejorar el rendimiento cognitivo, la eficiencia de la red cerebral, la ejecución de sus funciones y la inteligencia general.

Nutrientes relacionados con una mejor eficiencia mental

Estos nutrientes incluyen:

  1. Los ácidos omega-3 que se encuentran en cantidades significativas en el pescado graso y aceites de pescado.
  2. Ácidos grasos omega-6 que se encuentran en los aceites vegetales, nueces, semillas, productos de aves de corral y granos enteros.
  3. El licopeno que se encuentra en los alimentos vegetales como pigmento rojo, tomates y la sandía.
  4. Carotenoides que se encuentran en alimentos pigmentados de color amarillo y naranja, como batatas, calabazas de invierno y zanahorias.
  5. Vitamina D que se encuentra principalmente en pescados grasos y productos lácteos fortificados y sustitutos lácteos como la leche de soja;
  6. La riboflavina o vitaminas B que se encuentran en productos lácteos y granos enriquecidos.
  7. Folato que se encuentra en las verduras de hojas verdes y otras verduras y frutas.
  8. Vitamina B12 que se encuentra en productos de origen animal como carne, pollo, pescado, huevos, lácteos y cereales fortificados para el desayuno.

Un subconjunto de los participantes del estudio original regresó dos años más tarde para el seguimiento y se confirmaron patrones de nutrientes similares.

Sin embargo, los investigadores descubrieron que no solo es el consumo de estos nutrientes individuales lo que afecta la salud cerebral y la eficiencia cognitiva, sino la forma en que trabajan juntos y son procesados ​​por el cuerpo, que es lo más importante.

Es por eso que los expertos en nutrición recomiendan, siempre que sea posible, obtener los nutrientes de una dieta variada y balanceada, donde naturalmente se suministren en cantidades saludables y útiles, en lugar de suplementos dietéticos individuales tomados en dosis aleatorias.

La investigación en curso continúa centrándose en los beneficios de consumir una dieta de estilo mediterráneo, porque este patrón de alimentación particular garantiza la disponibilidad de una gran variedad de nutrientes, que se consideran esenciales para la prevención de enfermedades y la salud a largo plazo.

Por supuesto, en los casos en que los nutrientes específicos no están disponibles en la dieta, un médico o nutricionista puede recomendar suplementos.