Tener una enfermedad mental no es tu culpa

Mujer con problemas de salud mental

La enfermedad mental puede hacerte sentir mal contigo mismo, pero debes recordar que no es tu culpa. Es difícil vivir con una enfermedad mental; son muchos los desafíos que surgen y afectan la forma en que las personas piensan, sienten y se comportan.

¿Qué es la enfermedad mental?

Una buena definición de enfermedad mental es aquella que resalta el hecho de que es compleja, que afecta pensamientos, emociones y comportamientos y deteriora significativamente el funcionamiento en la vida de un individuo.

Dado que a menudo es difícil definir específicamente la enfermedad mental, a menudo hay malentendidos sobre qué es y sobre las personas que viven con ella.

Imágenes estereotipadas, a menudo negativas y erróneas, las percepciones borrosas sobre este tema han producido un fuerte estigma hacia la enfermedad mental.

La enfermedad mental es un desafío en sí misma, pero también deja una huella que la hace particularmente exigente.

Las enfermedades mentales pueden hacer que las personas sean particularmente duras consigo mismas. El sentimiento de culpa es uno de los efectos secundarios comunes de las enfermedades mentales.

Parte del tratamiento consiste en que el paciente se dé cuenta y crea que no es responsable de su enfermedad.

La enfermedad mental no es culpa del individuo

Los comentarios y pensamientos de culpa y desprecio de uno mismo son frustrantes, y eso se debe a que no son ciertos. La enfermedad mental es solo una condición que surge. No determina quién es alguien y no significa que haya hecho algo mal para causarlo. El paciente tampoco puede provocar una exacerbación de los síntomas.

La enfermedad mental es un tema complejo con múltiples causas. Los factores genéticos juegan un papel importante, al igual que la función y la actividad química del cerebro y el sistema nervioso. A veces suceden cosas que cambian la actividad del cerebro y agravan la aparición de los síntomas. Nuestras acciones no pueden provocar la aparición de enfermedades y síntomas mentales.

Para estar libre de culpa, uno puede recordarse a sí mismo cuando piensa negativamente en lo siguiente:

«Es algo con lo que vivo, yo no lo causé».

Esta afirmación es buena para seguir siendo simple y comprensible y para que quede registrada en el pensamiento. Cuando la autoacusación es reemplazada por una declaración tan simple, el individuo comenzará a creer en su valor.