Las huellas que deja la ausencia de una madre

Las huellas de la ausencia que deja una madre

Una madre puede abandonar a su hijo por varias razones. Es posible que no haya estado preparada para la maternidad y se sienta abrumada por esas responsabilidades. Ella puede estar herida psicológicamente.

En algunos casos, una ruptura matrimonial, una adicción o una enfermedad mental pueden hacer que una madre desaparezca de la vida de su hijo. Los efectos de una figura materna ausente pueden ser a largo plazo y, en algunos casos, graves.

El impacto de la ausencia depende de los vínculos maternos tempranos

La edad del niño, el sexo y la solidez de otras relaciones familiares influyen en los efectos de una figura materna ausente. Cuanto más fuerte es el vínculo de un niño con la figura materna ahora ausente, más severos serían los efectos de su ausencia. Si un niño se beneficia de las relaciones positivas y cariñosas de otros parientes, es posible que no sienta tanto los efectos de la ausencia de una figura materna.

Las huellas que deja la ausencia de la madre

Las huellas que deja en los hijos que sufren la ausencia de la madre en un contexto en que le también están abandonados de afecto y protección por sus seres queridos.

Baja autoestima

Un niño que no tiene una figura materna en su vida puede sufrir sentimientos de vergüenza, lo que lleva a una falta de confianza. Puede llegar a la conclusión de que es desagradable o que no es digno de amor.

Esto puede llevar a tener miedo de desarrollar lazos con otros adultos, porque tiene miedo de que también lo abandonen. Los adolescentes que no han tenido una figura materna pueden utilizar actividades no saludables, como la promiscuidad o el comportamiento delictivo, para encontrar amor, aceptación y seguridad.

Problemas emocionales

Las posibles consecuencias a largo plazo de una figura materna ausente incluyen comportamiento antisocial, problemas emocionales y delincuencia juvenil.

El psicoanalista John Bowlby creía que los niños llegan al mundo biológicamente preprogramados para formar fuertes lazos con otras personas, como medio de supervivencia. El profesor de psicología Saul McLeod analiza la creencia de Bowlby de que la relación de un niño y su madre entre el nacimiento y los 5 años de edad es la más crucial para la socialización.

Problemas de confianza

Una madre puede estar tanto presente como ausente en el sentido de que permanece físicamente cerca de su hijo, pero puede ser poco amorosa, controladora, hipercrítica o cruel. Si es así, ella está emocionalmente ausente.

En su artículo, «Hijas de madres que no aman: 7 heridas comunes«, para «Psychology Today«, la autora Peg Streep sugiere que una mujer cuya madre niega el amor puede sufrir de baja autoestima, problemas de confianza y límites, y puede tener dificultades formando relaciones adultas sanas.

Las huellas que deja la ausencia de la madre pueden repercutir a lo largo del desarrollo del niño y su juventud, y también tener efectos a largo plazo, incluyendo la dificultad para ser también una madre amorosa y protectora para esa niña o niño abandonado.