Eduardo Galeano (1940-2015), nacido en Montevideo, Uruguay, fue ensayista, periodista, historiador y activista, además de una de las figuras literarias más queridas de América Latina.
Los libros de Galeano incluyen la trilogía Memoria del fuego; El Libro de los Abrazos; Nosotros decimos no; Palabras andantes; y Espejos: una historia casi universal. Su último libro, Los hijos de los días, se publicó en 2011.
Galeano, un crítico abierto de los efectos cada vez más deshumanizantes de la globalización en la sociedad moderna, permaneció un apasionado defensor de los derechos humanos y la justicia hasta el día de su muerte el 13 de abril de 2015.
Te invitamos a leer el artículo sobre la biografía extendida de Eduardo Galeano.
Frases célebres de Eduardo Galeano
Las reflexiones y frases de Eduardo Galeano han sido extraídas de entrevistas, opiniones del autor, libros y ensayos literarios.
- El desarrollo es un viaje con más náufragos que navegantes.
- Los desastres son llamados “naturales”, como si la naturaleza fuera el verdugo y no la víctima.
- El poder, dicen, es como un violín. Se toma con la izquierda y se toca con la derecha.
- La escritura es una aventura maravillosa y exige mucha mano de obra: esas palabras corren y tratan de escapar. Son muy difíciles de capturar.
- La división del trabajo entre las naciones consiste en que algunos se especializan en ganar y otros en perder.
- La identidad no es una pieza de museo, quietecita en la vitrina, sino la siempre asombrosa síntesis de las contradicciones nuestras de cada día.
- Hay un único lugar donde ayer y hoy se encuentran y se reconocen y se abrazan, y ese lugar es mañana.
- En el reino del aburrimiento, las buenas costumbres prohíben todo lo que la rutina impone.
- La perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses, mientras que nuestro torpe y desordenado mundo todas las noches se vivirá como si fuera el último y todos los días como si fuera el primero.
- Nos podrán quitar las flores, pero nunca la primavera.
- Para los navegantes que aman el viento, la memoria es un buen puerto de partida.
- Para los invadidos, el deber de sufrir la guerra; para los invasores, el derecho de contarla.
- Ojalá podamos tener el coraje de estar solos, y la valentía de arriesgarnos a estar juntos.
- Culto no es aquel que lee libros. Culto es aquel que es capaz de escuchar al otro.
- Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo.
- Hay quienes creen que el destino descansa en las rodillas de los dioses, pero la verdad es que trabaja, como un desafío candente, sobre las conciencias de los hombres.
- ¿No tienes enemigos? ¿Cómo que no? ¿Es que jamás dijiste la verdad, ni jamás amaste la justicia?
- Creo que hay que pelear contra el miedo, que se debe asumir que la vida es peligrosa y que eso es lo bueno que la vida tiene para que no se convierta en un mortal aburrimiento.
- El alimento de las minorías se convierte en el hambre de las mayorías.
- Para no ser mudos, hay que empezar por no ser sordos.
- Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.
- La caridad es humillante porque se ejerce verticalmente y desde arriba; la solidaridad es horizontal e implica respeto mutuo.
- Libres son quienes crean, no quienes copian, y libres son quienes piensan, no quienes obedecen.
- Si me caí es porque estaba caminando. Y caminar vale la pena, aunque te caigas.
- Yo creo que fuimos nacidos hijos de los días, porque cada día tiene una historia y nosotros somos las historias que vivimos…
Eduardo Galeano fue un autor multifacético
El trabajo de Eduardo Galeno requiere que formemos un frente común contra la pobreza, el sufrimiento moral y material. Su trabajo trasciende los géneros tradicionales y combina documental, ficción, periodismo, análisis político e historia.
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