La monogamia, la práctica de mantener una relación sexual y romántica exclusiva con una sola pareja, es un tema de debate tanto en la psicología como en la antropología. La pregunta de si la monogamia es natural para los humanos no tiene una respuesta simple, ya que diferentes disciplinas ofrecen distintas perspectivas.
Desde un punto de vista biológico y evolutivo, algunos argumentan que los seres humanos no están predisuestos naturalmente a la monogamia. Muchas especies animales, y nuestros propios ancestros homínidos, muestran comportamientos poligámicos o promiscuos.
La psicología evolutiva sugiere que hay ventajas adaptativas en la monogamia
La monogamia en el reino animal es relativamente rara y tiende a surgir en circunstancias específicas donde la supervivencia de la descendencia se ve aumentada por la cooperación de dos padres.
Sin embargo, la psicología evolutiva sugiere que hay ventajas adaptativas en la monogamia. Para los humanos, criar a los hijos es una tarea que requiere muchos recursos y tiempo debido a la larga infancia.
La monogamia puede ofrecer un marco estable en el que ambos padres contribuyen al cuidado y sustento de los hijos, lo que puede aumentar la tasa de supervivencia de la descendencia.
La monogamia y las creencias religiosas
Culturalmente, la monogamia es una norma en muchas sociedades, a menudo arraigada en creencias religiosas y morales. En estas sociedades, la monogamia es vista no solo como un ideal, sino como un estándar de conducta. La fidelidad y la exclusividad se valoran y se promueven a través de la legislación y las normas sociales.
En términos de la psicología social y del desarrollo, algunos psicólogos argumentan que la monogamia puede contribuir a la estabilidad emocional y social. Las relaciones monógamas pueden proporcionar un entorno seguro para el crecimiento emocional y el apoyo psicológico.
Además, la exclusividad puede fomentar la confianza y la intimidad entre las parejas, lo que es beneficioso para la salud mental y emocional.
La monogamia estricta puede no ser natural para todos los individuos
Por otro lado, hay investigaciones que indican que el deseo humano por la variedad y la novedad, incluyendo en las relaciones sexuales y románticas, sugiere que la monogamia estricta puede no ser natural para todos los individuos.
Las altas tasas de infidelidad y divorcio en muchas culturas que valoran la monogamia podrían interpretarse como indicativas de que el compromiso monógamo a largo plazo no siempre se alinea con los deseos y tendencias humanas naturales.
Es importante señalar que la psicología también reconoce la diversidad en las relaciones humanas. La monogamia es una de varias opciones de relación, y diferentes personas pueden tener diferentes inclinaciones y capacidades para mantener relaciones monógamas, polígamas o de otro tipo.
En resumen, si la monogamia es natural o no para los humanos es una cuestión compleja que depende de la integración de factores biológicos, evolutivos, psicológicos, sociales y culturales.
La psicología moderna tiende a evitar dictar lo que es «natural» para todos los humanos y, en cambio, reconoce un espectro de comportamientos y preferencias relacionales en la población humana.
