En la actualidad, muchos padres se preocupan por el desarrollo de sus hijos y quieren que sean felices, independientes y exitosos. Sin embargo, a veces sus acciones pueden tener el efecto contrario y retrasar el proceso de maduración de los niños.
Estos son algunos ejemplos de comportamientos que pueden impedir que los hijos maduren más rápido:
Sobreprotegerlos
Algunos padres tienen miedo de que sus hijos sufran o se enfrenten a dificultades, y por eso los protegen en exceso. Les resuelven todos los problemas, les evitan cualquier frustración o decepción, y les impiden asumir riesgos o responsabilidades. Esto puede hacer que los hijos se vuelvan dependientes, inseguros y poco resilientes.
Por ejemplo, hay padres que no dejan que sus hijos vayan solos al colegio, que les hacen los deberes, que les compran todo lo que piden, o que les defienden siempre ante los profesores o los compañeros.
Controlarlos
Otros padres quieren que sus hijos cumplan con sus expectativas y se ajusten a sus normas. Les imponen sus gustos, sus opiniones, sus valores y sus decisiones.
Les presionan para que estudien lo que ellos quieren, para que se relacionen con las personas que ellos aprueban, y para que sigan el camino que ellos han trazado. Esto puede hacer que los hijos se vuelvan sumisos, conformistas y poco creativos.
Por ejemplo, hay padres que obligan a sus hijos a practicar un deporte o una actividad que no les gusta, que les prohíben tener amigos de otra religión o cultura, que les eligen la carrera o la profesión que deben seguir, o que les impiden expresar su identidad sexual o de género.
Infantilizarlos
Hay padres que no aceptan que sus hijos crezcan y cambien, y por eso los tratan como si fueran más pequeños de lo que son. Les hablan con un tono infantil, les hacen las tareas domésticas, les compran ropa o juguetes inadecuados para su edad, y les niegan la posibilidad de expresar su opinión o su personalidad. Esto puede hacer que los hijos se vuelvan inmaduros, irresponsables y poco autónomos.
Por ejemplo, hay padres que siguen vistiendo a sus hijos como si fueran bebés, que les preparan el desayuno o la merienda todos los días, que les regalan peluches o muñecas cuando ya son adolescentes, o que les hablan como si no entendieran nada.
¿Qué hacer para favorecer la maduración de los hijos?
Los padres tienen un papel fundamental en el desarrollo de sus hijos, pero deben saber cuándo intervenir y cuándo dejarlos actuar por sí mismos. Para favorecer la maduración de los hijos, los padres deben:
- Respetar su individualidad y su ritmo de crecimiento.
- Estimular su curiosidad y su aprendizaje.
- Fomentar su autoestima y su confianza.
- Apoyar sus intereses y sus proyectos.
- Enseñarles valores y principios.
- Orientarles y aconsejarles sin imponerles.
- Darles libertad y autonomía dentro de unos límites.
- Permitirles equivocarse y aprender de sus errores.
- Reconocer sus logros y sus esfuerzos.
De esta forma, los padres podrán ayudar a sus hijos a madurar más rápido y a convertirse en personas felices, independientes y exitosas.
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