En la teoría expuesta por Freud referente al desarrollo psicosexual del ser humano, este quizás es el elemento más controversial.
El término “Complejo de Edipo” fue acuñado por Sigmund Freud, en el desarrollo de su “Teoría de los Estadios del Desarrollo Psicosexual”; como una manera de describir la causa del “deseo” de un niño por su madre y el odio que experimenta hacia el padre.
Según lo expuesto por Freud, el odio está motivado a la percepción que en la temprana edad tiene un niño de su padre; a quien lo ve como un competidor en la conquista del cariño de la madre, poniéndolo de manifiesto a través del enojo, las rabietas y otros tipos de comportamientos hostiles.
¿De dónde proviene el término “Complejo de Edipo”?
El nombre acuñado por Freud hace referencia a uno de los personajes de Sófocles, un literato de la antigua Grecia, quien en una de sus obras narra la historia de Edipo, quien mata al rey que es su padre y luego, sin saberlo, se casa con su madre.
Según la narración, Edipo fue abandonado justo después de haber nacido por lo que desconoce sus orígenes y quiénes son sus padres.
Posteriormente, después de acontecidos los hechos, descubre la verdad, tomando la decisión de arrancarse los ojos.
¿Qué argumenta Freud en relación al complejo de Edipo?
Según expone Freud en su teoría psicoanalítica, este complejo está referido al deseo que experimenta el niño de tener algún tipo de relación sexual con su madre.
Este deseo, con el tiempo, se va relegando al subconsciente a través de un mecanismo de auto represión; al comprender la imposibilidad de concretarlo.
Para el entender de Freud, este deseo aún ejerce una poderosa influencia en la conducta del niño y será determinante en su desarrollo psicológico.
Freud opina que este complejo se pone de manifiesto en la llamada “etapa fálica” del proceso de desarrollo psicosexual del niño, la cual está comprendida entre los 3 y los 5 años de edad.
En esta fase, los genitales se constituyen en el objeto de placer y se manifiesta por vez primera en el niño el interés por los genitales y descubre las diferencias sexuales.
Freud considera fundamental manejar con criterio amplio esta etapa, ya que si se reprime distorsionaría la percepción del niño y su capacidad de investigación.
A su criterio, la superación exitosa de esta etapa se concreta con la identificación con su padre; encaminando de forma definitiva el desarrollo de su identidad sexual.
¿Cómo se supera el Complejo de Edipo?
Como fue previamente esbozado, el desarrollo exitoso del niño para convertirse en adulto con una sexualidad sana y bien definida, pasa por identificarse con su mismo sexo y estrechar los vínculos afectivos con el progenitor.
Freud plantea que en el niño por un lado el “ELLO” pretende anular al padre, mientras que por el otro el “EGO” está consciente que su padre es más fuerte.
Es allí cuando el niño experimenta la llamada “ansiedad de castración”.
En la medida que el niño se va familiarizando con los genitales, identifica las diferencias físicas que existe entre hombres y mujeres; asumiendo que a las mujeres se les ha removido el pene y que su padre puede hacer lo mismo con él, por desear a su madre.
Ya al finalizar la etapa “fálica del niño”, se forma lo que Freud denomina el “Súper-yo” el cual se convierte en la autoridad moral interna del niño, que internaliza y acepta la figura del padre; esforzándose en reprimir los impulsos derivados del “Ello”.
Es entonces el “Superyó” del niño, quien finalmente envía el Complejo de Edipo al subconsciente.
Progresivamente, el niño va recibiendo diversas influencias externas que incluyen las normas de convivencia social, las enseñanzas de tipo religiosas y demás influencias culturales, que contribuyen a suprimir el Complejo de Edipo.
Información de interés:
Hoy en día, los psicoanalistas modernos desechan las consideraciones de Freud y difieren en muchos aspectos con lo que expone en su teoría; pues existen diversos cuestionamientos válidos hacia su teoría.
Especialmente en lo referente al llamado “Complejo de Edipo”, muchas son las críticas que se le ha dado al trabajo de Freud considerándose anacrónico y totalmente fuera de contexto en su contenido.
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