Gran parte de nuestro comportamiento se define por los hábitos. Por mucho que sentimos que estamos pensando durante todo el día y tomamos decisiones conscientes, la mayoría de nuestras actividades están impulsadas por hábitos a los que estamos muy acostumbrados. La pregunta es, ¿cómo se formaron estos hábitos? La respuesta está en nuestra mente subconsciente, que es la mente no pensante. Esta ejecuta fielmente comandos mentales al igual que una computadora sigue obedientemente el código digital.
Nuestro cerebro ha sido programado
La mente subconsciente se programa en gran parte antes de los 6 o 7 años. En estas primeras etapas de desarrollo, la mente consciente no está completamente desarrollada y, por lo tanto, nuestro entorno tiene acceso directo y sin obstáculos al subconsciente. Esto explica por qué hablamos el idioma que hablamos, por qué nos gustan los alimentos que nos gustan, por qué nos vestimos como lo hacemos y muchas cosas más. Muchas actitudes, creencias, gustos, disgustos, y prejuicios se arraigan profundamente en esta parte de la mente desde una edad muy temprana. Y esto ocurre así sin nuestro conocimiento o consentimiento.
Los «programadores» de nuestras mentes en estos años de formación son las personas con las que pasamos más tiempo. Estos son típicamente nuestros padres, hermanos, parientes, amigos, vecinos, y maestros. Nuestras mentes están abiertas a las sugerencias a las que nos exponen, principalmente a través de sus palabras y acciones.
La mayoría de nosotros desconocemos por completo este proceso poderoso y potencialmente dañino incluso mucho más tarde en la edad adulta. Muchos de nosotros no tenemos idea de por qué nos comportamos de determinada manera y nos frustrarnos con nosotros mismos, especialmente cuando se trata de patrones de comportamiento negativos y cosas que no nos gustan.
Este mismo proceso se aplica durante toda nuestra vida. Nuestros sentidos están expuestos al mundo que nos rodea. Esto incluye personas, hábitos alimenticios, patrones de ejercicio, televisión, internet, redes sociales, radio, revistas, libros, etc. Literalmente, cualquier cosa que puedas escuchar, ver, oler, saborear, y sentir.
¿Cómo volver a programar tu cerebro?
La verdad es que todos queremos ser felices. Todos deseamos vivir vidas fructíferas, significativas y positivas. Desafortunadamente, este no es siempre el caso. Muy frecuentemente, nuestros hábitos diarios se vuelven contraproducentes y conducen a resultados decepcionantes que nos hacen sentir infelices e insatisfechos.
Esto conduce a un sentimiento general de negatividad dentro de nosotros. La buena noticia es que, una vez que comprendas cómo funciona tu magnífica mente, puedes tomar el control de tu pensamiento, tu programa subconsciente y, en última instancia, tu rendimiento. Eres totalmente capaz de construir una vida hermosa llena de alegría, relaciones gratificantes y experiencias.
Todo esto comienza con siete palabras muy poderosas: uno se convierte en lo que piensa. Si te repites este pensamiento eventualmente se imprimirá en tu disco duro subconsciente. Esta programación dictará tu comportamiento habitual. Esto, a su vez, producirá resultados positivos y gratificantes. Una vez que domines este proceso, serás tú mismo quien controle tu propia vida. Piensa positivamente, y automáticamente adoptarás comportamientos positivos.
Generar un entorno más optimista
También debes rodearte de personas optimistas, entusiastas y productivas. Deja que su positividad ilumine tu camino como un faro de luz. Evita el contacto innecesario con personas negativas y pesimistas de tu pasado. Cuando necesites interactuar con ellos, limita el tiempo que estén juntos. Esto es de mucha importancia.
Ve programas de televisión que sean positivos e inspiradores. Evita los noticieros negativos y amarillistas. Estos son veneno para tu mente. Lee libros, artículos y revistas positivos e informativos. Visita sitios web inspiradores que te ofrezcan citas motivadoras y escucha podcasts educativos que tengan un valor real en tu vida
Libra tu vida de la basura mental. Recuerda, te conviertes en lo que piensas. Comúnmente se dice que te conviertes en el promedio de las cinco personas con las que pasas más tiempo. Aunque creas esto o no, elige a tus amigos y compañeros cuidadosamente. Presta mucha atención y mantente en guardia sobre a quién dejas entrar a tu mente.
Para desarrollar comportamientos positivos y ver resultados extraordinarios en tu vida, ten pensamientos buenos y maravillosos todo el tiempo. Háblate a ti mismo de manera positiva, como lo harías con un amigo o familiar. Si eres disciplinado en este proceso, verás que esta técnica funciona mágicamente.
