Los secretos sobre el poder curativo de la amistad

Conociendo el poder curativo de la amistad

Vas al cine o a tu bar favorito con ellos, o se reúnen a distancia mediante videoconferencia en tiempos de Corona. Y los mejores entre ellos siempre están dispuestos a escucharte, incluso en medio de la noche si es necesario. Los amigos son importantes, ya sea que los conozcas desde la infancia o solo hace unos pocos años. Pero las amistades no crecen por sí solas, necesitan ser nutridas una y otra vez.

Todas las personas necesitan amigos. Además de la familia, los amigos se encuentran entre las personas de referencia más importantes. Especialmente para todos aquellos que viven solos y lejos de sus familias. El mejor amigo o el buen compañero de confianza a menudo ocupa el lugar de la pareja.

Compartes intereses con ellos y descubres cosas nuevas. Pero también son un gran apoyo en etapas difíciles de la vida, por ejemplo, durante una enfermedad. Esto convierte a los amigos en una especie de «familia de elección», es decir, un sustituto equivalente de los parientes consanguíneos.

Conectamos con los demás mediante nuestras similitudes

A medida que pasan los años, se vuelve más difícil hacer amigos. Antes solías estar rodeado de gente todos los días en la escuela, la universidad y el trabajo, pero las personas en edad de jubilación inevitablemente tienen menos contactos sociales.

Si no quieres quedarte solo, tienes que acercarte activamente a los demás ¡Ten confianza! No hace falta mucho al principio: se requiere escucha, seriedad e interés.

Es más fácil hacer amigos en grupos con intereses similares, como al practicar deportes. Muchas relaciones permanecen en la etapa en la que apenas se están conociendo. Para otros, se vuelve más profunda en algún momento. Tener cosas en común nos vuelve más cercanos a los demás.

En el mejor de los casos, esto te permitirá desarrollar una amistad de corazón, una conexión especial que va más allá de simplemente divertirse o beneficiarse mutuamente. De ella recibimos aliento, reconocimiento y apoyo, recursos indispensables para estabilizar constantemente nuestra autoestima y protegernos de la soledad.

En esencia, la amistad es siempre una relación positiva en la que ambos lados se apoyan cuando es necesario.

La amistad tiene beneficios para la salud

Los investigadores también han descubierto que las amistades tienen un efecto positivo en el cuerpo y la mente. Un estudio australiano demostró que las personas que están rodeadas de buenos amigos tienen una mayor esperanza de vida. Curiosamente, esta influencia positiva en familiares, hijos, pero también de la pareja fue significativamente menor.

La hormona oxitocina, que se produce en momentos de familiaridad, aparentemente juega un papel clave en este efecto positivo. La oxitocina funciona de dos maneras: controla el estrés y la ansiedad en situaciones sociales al inhibir la liberación de la hormona del estrés cortisol y estimular el centro de recompensa.

Los amigos tienen una importante función para aliviar estrés. Pero en el transcurso de la vida, las amistades también pueden cambiar, algunas se intensifican, otras se estancan. Al igual que una relación de pareja, las amistades también necesitan un cuidado constante, necesitan madurar como un buen vino. Por eso se recomienda invertir al menos dos horas a la semana en cuidar tus relaciones. Y esto es aún más relevante para los hombres.

Se ha descubierto que solo alrededor de un tercio de los hombres mantienen amistades activamente, mientras que alrededor de dos tercios de todas las mujeres tienen una amistad muy cercana. En última instancia, el valor de una verdadera amistad solamente se hace evidente en una crisis de la vida.

Algunos consejos

Por lo general, no hay una prueba que indique una verdadera amistad. Sin embargo, algunas características revelan una relación más profunda. Tus amigos:

  • Están interesados ​​el uno en el otro y tratan de participar en la vida del otro,
  • se apoyan el uno al otro,
  • son honestos y confiables y no hablan mal de sus amigos con terceros, saben guardar un secreto,
  • reconocen y respetan los límites de cada uno,
  • se presentan como son y no fingen,
  • dicen la verdad a los demás sin ser condescendientes con ellos. Una buena amistad también soporta una pelea.