6 señales de que fuiste criado por una madre tóxica

Las consecuencias negativas de haber sido criado por una madre tóxica

Las relaciones tóxicas nos afectan profundamente a cualquier edad, pero nuestro mayor período de vulnerabilidad existe en la infancia, y los principales verdugos pueden llegar a ser nuestros principales protectores.

Cómo reconocer que tuviste una madre tóxica

Cuando existe una relación tóxica entre la madre y su hijo, esto tiene repercusiones que influyen a lo largo de la vida adulta de la persona si no se la trata de manera saludable . El primer paso es reconocer los signos de que tuviste una madre tóxica.

1. Reaccionas al conflicto con sumisión o agresión

La crianza tóxica hace que los niños desarrollen métodos disfuncionales de resolución de conflictos para hacer frente a una figura de autoridad hostil.

Si has tenido una madre tóxica que socavó tu autoestima, entonces aprendiste a lidiar con el conflicto mediante la sumisión como único recurso. ¿Cuál es el propósito de pararte si solo vas a ser derribado? El resultado de este tipo de crianza, es que como adulto, ahora evitas los conflictos, dejas de defenderte cuando es necesario y no te expones a nada que pueda significarte un desafío.

Si tu madre no pudo destruir tu autoestima y espíritu, aún y cuando te hizo mucho daño, entonces aprendiste a permanecer pasivo en tu posición de debilidad, pero desarrollaste e internalizaste la agresión inducida por el dolor.

Has determinado que nadie te lastimará de esa manera otra vez. El resultado ahora es qué, como adulto, te enfrentas al conflicto de manera agresiva y puedes atacar con poca o ninguna provocación. La relación tóxica con tu madre te incita a lanzar el primer y último golpe cuando te sientes emocionalmente vulnerable.

2. Guardas emociones negativas

Si has reconocido el maltrato de tu madre, también has reconocido cómo te hace sentir. Cuando te enfrentas a los pensamientos de tu madre, un caldero de emociones negativas hierve dentro de ti.

Estas emociones negativas suelen ser una mezcla de temor, miedo, ansiedad, asfixia, dolor emocional generalizado o rechazo. Te resulta difícil identificarte con amigos o parejas que obtienen placer de sus relaciones con sus madres.

Incluso podrías imaginar cómo sería tener una madre que evoca sentimientos positivos y amorosos. Si disculpas el comportamiento de tu madre, entonces estás reprimiendo tus emociones negativas y aún te echas la culpa. Quizás podrías pensar:

  • No era un niño fácil de criar.
  • Pude haber hecho más para ayudarla.
  • Ella tenía muchos de sus propios problemas con los cuales lidiar.
  • Así es como es mamá.
  • Ella hizo lo mejor que pudo.

Estas expresiones están bien si provienen de una posición de curación, pero no están bien cuando se usan para evitar la realidad y suprimir su trauma interno.

3. Retienes afecto

Las madres tóxicas retienen el afecto de sus hijos como una forma de castigo. Aprenden que el amor de su madre es condicional, en función de lo bien que la complacen. Algunas madres pueden ofrecer poco o ningún afecto, incluso cuando el niño ha tenido un buen desempeño.

En respuesta, algunos niños buscarán constantemente la aprobación de su madre, esperando recibir el menor alguna señal de afecto.

Otros deciden no molestarse, aislándose emocionalmente y evitando el contacto. En ambos casos, los niños son manipulados emocionalmente y aprenden que el afecto amoroso es un bien condicional y escaso.

Como adulto, un niño que fue afectado así no sabe cómo lidiar con el afecto dado libremente, y vive en la anticipación de que será arrebatado de repente. Su alegría y miedo producen cambios de humor emocionales extremos que su pareja no entiende.

No es raro que se retenga el afecto como un mecanismo de defensa o que castigue a su pareja por la más mínima indiscreción. Es su forma de proteger sus emociones vulnerables y de comunicar su dolor.

4. Buscas relaciones codependientes

Las relaciones codependientes involucran una pareja pasiva y una dominante que encuentran satisfacción en la dependencia emocional o práctica de la pareja pasiva respecto de la pareja dominante.

La pareja pasiva se siente amada cuando alguien más está dispuesto a hacer todo por ella. La pareja dominante se siente amada cuando la necesitan. Cuanto mayor es la dependencia de su pareja, más amada se siente.

En esta relación tóxica entre madre e hijo, la madre actúa como la pareja dominante. Recurre a medidas extremas para asegurarse de que su hijo siempre la necesitará, lo que dificulta el desarrollo saludable.

La crianza codependiente produce hijos emocionalmente o prácticamente codependientes. Un niño se convertirá en el compañero pasivo o dominante como adulto, dependiendo de su personalidad y la fuerza de su voluntad.

5. Te autocriticas demasiado

Por regla general, una madre tóxica descarga montones de críticas sobre los niños. Estas madres critican duramente todas las conductas que no las complacen, y la más mínima infracción desencadena un reproche o un castigo desproporcionados.

La psicología nos ha enseñado durante mucho tiempo que todos desarrollamos una voz interior, y para muchos adultos, su voz interna pertenece a uno de sus padres, ya sea que se den cuenta o no.

Como hijo de una madre tóxica, siempre te sientes vigilado, como si alguien estuviera observando y criticando tu desempeño diario. Te juzgas duramente por cada error o contratiempo.

El fracaso trae una crisis emocional para ti, ya que tu autoestima se basa únicamente en tus éxitos. Luchas constantemente contra la voz en tu cabeza que repite sin descanso que no eres lo suficientemente bueno o lo suficientemente exitoso.

Tienes tendencias perfeccionistas y altas expectativas de los demás, convirtiéndote no solo en tu peor crítico, sino en el de todos los demás.

6. Necesitas validación constante

Los niños criados por madres tóxicas se convierten en adultos con baja autoestima. Su ambiente infantil estuvo marcado por la crítica, el afecto retenido, el amor condicional, el dominio y el conflicto.

Están plagados de sentimientos de inutilidad y buscan la validación de aquellos que están más cerca de ellos. Principalmente desean validación frecuente a través de:

  1. Reconocimiento por buen comportamiento o logros.
  2. La seguridad de que son amados.

Como adulto, crees que eres intrínsecamente desagradable y temes que otros se den cuenta pronto. Cuando lo haces bien, te aseguras de que los que te rodean lo sepan.

Necesitas darle a tu círculo interno una razón para seguir amándote. Tu baja autoestima impulsa tu necesidad desesperada de los elogios y las palabras de aprobación por parte de tu familia y amigos.

Los elogios te ayudan a sentirte más seguro en tus relación con ellos. A menudo, esto se confunde con orgullo, pero en tu caso, es una clara señal de inseguridad. Si no recibes validación de los otros, entonces te sientes devaluado o sin valor.

En tu estado vulnerable, asumes subconscientemente que los demás aman como lo hizo tu madre, y buscas las señales. Supervisas a tu pareja, familia y amigos para detectar indicios de que su amor disminuye.

Como resultado, a menudo reaccionas exageradamente ante las transgresiones menores, interpretándolas como una prueba de que no eres digno ya de ese amor. Tu necesidad de validación te mantiene en una montaña rusa emocional, porque rara vez te sientes contento contigo mismo y miras a los demás en busca de satisfacción emocional.

Si te sientes identificado con algunos de los síntomas que pueden presentarse al haber sido víctima de una madre tóxica, como se menciona la principio de la nota, reconocer las señales es el inicio de la curación, sin embargo, es necesario acudir con un especialista para poder conseguir resultados rápidos y un tratamiento adecuado.

6 comentarios

  • Excelentes Temas que sirven también de Orientación y Autoanálisis para Reconocer lo que puede habernos pasado como hijos o también lo que involuntariamente puede haber errado un padre que inconscientemente falló y que incluso creyó hacerlo bien.
    Muy valioso gracias!!

  • Muy bueno saber esto, yo fui criada por una madre asi, que hacer para borrar eso que daña nuestras emociones y nuestra personalidad y no nos deja salir adelante? Ir a terapia?
    Gracias!

  • Totalmente cierto, mi esposo tiene esa problemática. Su madre lo sobreprotegió, metiéndole ideas de que era tonto e indeciso. Además con el paso del tiempo, y en nuestro matrimonio, la señora le recordaba constantemente que solo ella lo quería desinteresadamente, así como, sólo ella era capaz de darle ayuda sin pedir nada a cambio. Algo que hizo mucho daño a la relación. Y actualmente tiene que llevar ayuda psicológic porque es un hombre que no creé en sí mismo, aunque se lo digan o sus acciones tengan buenos resultados.

  • Siempre lo supe, que esa relación con mi madre no había sido sana, pues ella se empeñaba mucho a criticarme hacerme menos con sus comentarios, y todo lo que hacía mal en vez de ayudarme a resolver una crisis emocional usando una charla tranquila, pues todo lo resolvía con gritos y su frase célebre era “nadie te va a querer así por el feo carácter que tienes” no tenía paciencia para nada. Después crecí entendí que ella había llevado una vida igual o peor nunca le dieron amor pero lo triste es que uno se casa y se atreve a tener hijos sin darnos cuenta el daño que hacemos por todo lo que traemos arraigado de la infancia ese “chip” que está allí y que difícilmente lo traemos la consciencia. Ella necesita contante aprobación porque a mi madre no le puedes decir algo ya que se ofende y hasta llora si es necesario y mi padre siempre la está defendiendo. Eso ha hecho que entre ella y yo no haya un lazo estrecho me cuesta trabajo hay un poco de desprecio y se que es por su trato

  • Muy buen artículo, solo tengo una duda, ¿Hay alguna razón por la que sea específicamente la madre?
    No leí una explicación clara y creo que podría aplicar en general para cualquier figura de autoridad que funja como tutor.

  • Muy interesante y muy cierto, mi mamá solo amaba a los hijos más pilas más inteligentes con potencial.. decía yo no gasto mi pólvora en zamuros. A los perdedores los ignoraba.